Fragmentos de una clase de Tai Chi en la Estación de Cortes de la Frontera. Gracias a nuestra amiga Ikuko por grabarlo, editarlo y publicarlo.
martes, 7 de octubre de 2014
Clase de Tai Chi en la Estación de Cortes
Fragmentos de una clase de Tai Chi en la Estación de Cortes de la Frontera. Gracias a nuestra amiga Ikuko por grabarlo, editarlo y publicarlo.
Introducción al Tai Chi Chuan
Cuando alguien de occidente oye hablar de Tai Chi suele pensar (si es que piensa en algo) en personas mayores moviéndose lentamente en un parque. Y es cierto, muchas personas practican Tai Chi en el parque. Pero no es sólo eso.
Para empezar, el término Tai Chi, a secas, hace referencia al símbolo popularmente conocido como "yin yang" ("taijitu", literalmente, "símbolo del Tai Chi"). Tài significa "el mayor" o "el más grande" y Chi (ó jí) significa "extremo" o "polo". Así, en conjunto, "Tai Chi" haría referencia a un concepto abstracto, el polo más acentuado, el punto en el que los extremos se tocan.
Si queremos hacer referencia a esos movimientos lentos que todo el mundo tiene en mente cuando escucha "Tai Chi", habría que añadir "Chuan" (o quan), que significa "boxeo" o "puño". Así, "Tai Chi Chuan" significaría "boxeo supremo" o algo por el estilo. Por tanto, el Tai Chi es, por definición, un arte marcial.
Así, en origen el Tai Chi era un arte marcial, pero las personas que lo practicaban se dieron cuenta de que gozaban de muy buena salud. Es por ello que la gente empezó a practicarlo olvidando o ignorando su aplicación original.
Hoy en día se puede hablar al menos de tres aplicaciones o aspectos del Tai Chi. Uno sería la salud, otro la auto-defensa, y otro la meditación en movimiento. El Tai Chi se puede practicar centrándose en uno solo de estos aspectos, aunque lo ideal es cultivarlos todos, pues en realidad no pueden existir por separado. A diferencia de otros sistemas de ejercicios, cada movimiento del Tai Chi tiene un sentido o propósito (el aspecto marcial). Si no se conoce el propósito, difícilmente puede ejecutarse el moviento tal y como debe ser. Por otra parte, el poder del Tai Chi reside en su aspecto interno, de forma que aunque se sepan ejecutar los movimientos a la perfección, éstos no son efectivos si no se llevan a cabo con una atención consciente en el flujo de energía que generan (el aspecto meditativo). Por último, los beneficios del Tai Chi residen, más que en el simple movimiento del cuerpo y las extremidades, en el fluir de la energía a través de ellos, deshaciendo los atascos que nos provocan el dolor y el sufrimiento. Ésto último sólo se puede conseguir teniendo en cuenta todos los aspectos del Tai Chi Chuan.
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